
Historia de Vida
Entre palabras, países y sueños, nació algo más grande que el mismo.
Esta es la historia de Alejandro Felix de Souza: una travesía entre los libros, la diplomacia, el mundo empresarial y la escritura.

Infancia y curiosidad temprana
Alejandro nació el 26 de octubre de 1967 en Montevideo, Uruguay. Desde pequeño, su mundo interior latía con preguntas, intuiciones y una inteligencia poco común. Sus primeros años estuvieron marcados por desafíos físicos y afecto familiar: un susto lo dejó tartamudo hasta los cinco años y vivió con bronquitis asmática, lo que llevó a su familia a mudarse cerca del mar.
Ahí, entre árboles, animales y brisa salina, construyó una infancia feliz, aunque marcada por tratamientos experimentales y una temprana capacidad de adaptación. Aprendió a leer mucho antes de los cinco años y mostraba una inteligencia autodidacta que sorprendía a todos.

Primeros viajes sin salir de casa
Mientras otros niños jugaban, Alejandro recorría imperios, filosofías y revoluciones a través de los libros. Egipto, Roma, Grecia, la Edad Media y el Renacimiento fueron sus primeros “viajes”. La escuela pública uruguaya despertó en él el deseo de saber más allá de las aulas.
Su interés por la historia y los asuntos internacionales comenzó a gestarse aquí, no como aspiraciones adultas, sino como un llamado desde la infancia.

Adolescencia y formación intelectual
A los once años regresó a la capital, en un país aún bajo dictadura. La transición democrática coincidió con su propia transformación: un despertar hacia la curiosidad, el diálogo y la apertura de fronteras geográficas, políticas y humanas.
Entre arquitectura, ciencias naturales, matemáticas y lógica formal, Alejandro descubrió que su verdadera pasión era construir relaciones humanas, no edificios. A los 16 años, decidió que quería ser diplomático, y su sueño empezó a tomar forma gracias a una profesora y un funcionario del cuerpo diplomático.
Primeros pasos en la diplomacia
A los 18 años, tras estudiar cinco idiomas además del español, Alejandro trabajó como traductor junior para Interpol Uruguay mientras cursaba Relaciones Internacionales. Ingresó al cuerpo diplomático siendo el más joven en entrar al puesto por concurso.
Su rutina diaria combinaba estudios, trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores y universidad. Uno de sus primeros análisis fue sobre las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Japón, un país que luego sería crucial en su vida.

Japón y los primeros años como autor
En 1991, Alejandro llegó a Japón como Comisionado Comercial y conoció a quien hoy es su esposa. Allí también despertó su voz como autor, publicando artículos sobre emprendedores extranjeros y colaborando con editoriales locales.
En 1996 cursó una maestría en estudios políticos y económicos comparados en Tokio y nació su primer hijo. Más tarde, se trasladó a Panamá, donde nacieron sus otros hijos y su vida empezó a dividirse entre responsabilidades y el sueño de escribir con libertad.
Panamá: desafíos y reinvención
El 31 de diciembre de 1999 fue testigo de la entrega del Canal de Panamá. Aunque amaba la diplomacia, la voz de su alma lo llevó a dejar la carrera y explorar nuevos caminos.
En 2000 fundó, junto a dos amigos, la primera empresa tecnológica de origen indio en Panamá. En 2004 abrió el primer centro de América Central para niños superdotados. Más tarde trabajó en Shell y Cervecería Nacional, donde lideró proyectos de innovación y home office, antes de fundar su propia empresa.

Crisis personal y aprendizaje
Durante la fundación de su empresa, su esposa enfrentó un cáncer de mama y su madre falleció por cáncer de páncreas. Alejandro vivió entre hospitales, juegos de niños y decisiones laborales difíciles.
Estas experiencias lo transformaron, y lo llevaron a crear The Corporate Diplomacy, dedicada a gestionar relaciones complejas entre empresas, gobiernos y comunidades.

Expansión profesional y legado intelectual
Con el tiempo, fundó también Grupo Empresarial del Centenario, Business Value Inc. y Crisis Management Inc., construyendo un ecosistema estratégico con alcance regional e internacional.
Alejandro se convirtió en un referente en resolución de problemas complejos y transformación de crisis, ganándose confianza con resultados, no promesas.

Los Alejandrarios: escribir como vocación
La pandemia despertó su deseo de reconectarse con su propósito original: escribir. Así nacen los Alejandrarios, piezas de reflexión y pensamiento sin filtros.
Sus libros Japón de Cerca (2023) y Timeless Insights on A.I. (2024) lo consolidaron como autor internacional. Hoy escribe para inspirar, conectar ideas y dejar huella.

Equilibrio y Filosofía de Vida
Alejandro vive profundamente vivo en la aventura intelectual. Ha encontrado el equilibrio entre construir para otros y construirse a sí mismo, entendiendo que las crisis no se evitan, se transforman y que la vida no se posterga, se escribe.
Hoy, sabe que los obstáculos no desaparecen. Pero ya no lo inquietan. Porque entendió que forman parte del camino… y que el verdadero logro es caminarlo fiel a uno mismo







